Oxia Tizona

OXIA TIZONA, LA ESPADA

El Cid, caballero de carácter luchador y convertido en uno de los más ricos caballeros castellanos del siglo XI. hazañas, recogidas en numerosos cantares y libros de la antigüedad, no fueron posibles sin recurrir a las espadas de la época.

Las más conocidas del valiente guerrero fueron Tizona y Colada, con las que Rodrigo Díaz de Vivar logró dominar el Levante español al frente de un grupo de hombres que le siguieron hasta la muerte.

Desde el principio de los tiempos, la espada ha estado ligada con el ámbito militar, es signo de bravura, poderío y justicia. Es por ello que los más poderosos y valerosos personajes históricos se han servido de ellas para forjar sus leyendas.

Por tierras valencianas cabalgaron grandes caballeros inundando libros de historias y gestas medievales, uno de ellos, D. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador, ejemplo de coraje, valentía, librando batallas a lo largo del territorio español y contándose por victorias.

Con el tiempo, la historia se convirtió en leyenda y, como no, su espada Tizona, fiel compañera, fue una de ellas, completando esa figura inconfundible del caballero con su montura.

LA BICICLETA

Desde un principio tuvimos claro como sería Tizona, una bicicleta de contrarreloj de estilo neoretro con tubería y geometría lo más aerodinámica posible.

Se hicieron decenas de bocetos en papel y en ordenador. Era un concepto difícil de conseguir con tubería de acero, pero que sea difícil no significa que sea imposible y que sea imposible no significa que no fuera a conseguirlo. 
Llegaban quebraderos de cabeza, muchos para poder cuadrar todo, el guiado interno, los pasos de ruedas ajustados, la horquilla con barras aerodinámicas y una geometría muy concreta. Pero el amor, el tesón y la paciencia han dado su fruto, una bicicleta espectacular, especial y que será la Tizona del valeroso caballero que la monta.

EL CUADRO

OXIA TIZONA

COMPONENTES

Carlos - Oxia Cycles
Carlos - Oxia Cycles

Pongo toda mi pasión y conocimiento en un solo objetivo: hacerte feliz cada vez que montas en bicicleta.