Woowww ha transcurrido más de una semana
Se ha pasado muy rápido y han sucedido muchas cosas
El taller
Ya he terminado el dichoso yoke y he estado trabajando con el resto de tubos para empezar a darle forma al cuadro. Está punteado y alineado. El soporte para el portabidón ya está soldado. Solo faltan las guías de los cables, en algunos cuadros (pocos) las sueldo antes de puntear y en otros después (la mayoría).
¿Cual es el motivo de soldar las guías después de puntear? Hacerlo así me da la libertad de presentar las fundas, incluso el freno trasero, así puedo elegir el camino, los apoyos y las curvas más adecuadas en el cuadro.
Continúo dándole duro. El JIG ya está libre para empezar con el siguiente proyecto que os va a gustar mucho.
Marco, la leyenda inmortal
Esta semana solo salí un día a montar a Sergaent O. Fue una salida muy amena, iba acompañado de un amigo. Hicimos una buena media para el viento que había. Soplaba racheado a unos 25 nudos, y vaya, en la costa eso es mucho cuando vas en bici.
Pienso que algo iba mal en el sensor de cadencia, hice una media de 140 rpm y subiendo marcaba 198 rpm, no me salen las cuentas jeje, lo tengo que revisar.
Hicimos un par de puertos y en uno de los tramos siempre me gusta marcarme un «Pantani», a mi nivel, pero lo disfruto como un niño pequeño. Siempre que lo hago recuerdo esas hazañas de Marco en el Giro y en el Tour. Ataques incendiarios donde no le perdonaba un segundo a nadie, el cronómetro estaba en su poder, contaba a su ritmo, y como y cuando él decidía.
Aquella emblemática subida al Galibier en el Tour del 98, a 5 km de coronar el puerto y a más de 70 km para el final de etapa en Les Deux Alpes.
La última jornada del ciclismo épico, donde las gestas temerarias marcaban a los rivales con minutadas. En aquella ocasión, casi diez minutos le cayeron al líder Jan Ulrich.
Marco cabalgaba sobre su inseparable Bianchi, empapado de agua, el manillar agarrado con tanta fuerza que parecía que lo iba a partir y el gesto fruncido de furia. Esa furia que cuando salía a relucir nos dejaba para el recuerdo momentos inolvidables.
¿Y quién no recuerda el mundial de Colombia? Esa medalla de plata disputada con el gran Miguel Indurain. Vaya carrera, un día de penurias bajo la lluvia y el frío. Un oro de Olano, que cruzó la línea de meta con el tubular pinchado. Esto sucedió a dos kilómetros de proclamarse campeón del mundo, llegó exhausto y con la cara desencajada. Tras pinchar no dejó de dar pedales aún con más intensidad y arrojo.
La gran victoria de Indurain sin ganar, un caballero, un líder de diez estrellas y un gregario perfecto que supo mantener a raya a los pocos que quedaban en el grupo, entre ellos a Marco. Pero sin olvidar al grandísimo Chaba, se pegaba a la rueda de todo el que intentaba saltar del grupo hasta machacarlo.
Marco intentó cazar a Olano, pero el demoledor ritmo psicológico de Indurain hasta la línea de meta pudo con Marco que en el sprint final hizo bronce.
Soy un tifosi de il pirata. Aquí lo dejo. No hay más que explicar.
La mejor suspensión para dormir
Ups, suspensión, dormir……¿incompatible verdad?
Pues no, lo de ayer fue de escándalo, primero 600 muelles, después 1300 micromuelles y para rematar 1800, si si, lo que lees, mil ochocientos, 1-8-0-0 micromuelles para dormir.
Fuimos a comprar un colchón nuevo. El que tenemos actualmente fue una metida de pata y ha salido de aquella manera, no por la puerta grande precisamente. Pero este promete.
La duda es que va a pasar las noches que me da por batir el récord del mundo de Javier Sotomayor o las que decido imitar a Simone Biles en suelo para disputar el oro en las olimpiadas.
Lleva tropecientos capas de diferentes espumas, bambú, algodón, lino y soja. Cuando el vendedor me hablaba sobre esas capas de fibras naturales me dió la sensación de estar en una tienda de productos ECO y no en una colchonería. Pero enseguida volvía a mi ser, me acostaba para probarlo y vaya, es que es muy cómodo. ¿Será el bambú? ¿o será la soja?. Me quedó preguntar si era soja ECO o transgénica, voy a tener que dormir con la duda.
Lo mejor de todo es que de regalo trae una escalera de tres peldaños para poder acostarte.
Sí, no me olvido, 1-8-0-0 micromuelles. Es que no lo veo, creo que se han pasado con el número. Me pica tanto la curiosidad que le metería la tijera para rajarlo y contarlos. Pero lo voy a dejar para cuando lo tengamos que renovar dentro de 10 años, si lo hago ahora tendría los papeles del divorcio en cuestión de segundos.
Pero pensándolo bien, lo puedo usar para entrenar para el próximo Red Bull Rampage. No creo que se note.
Sin plata no hay agua
Volviendo al taller. Esta semana también estuve con las ruedas de Rainbow Swing y Sergeant O. Ya tienen unos kilómetros y siempre me gusta darle un pequeño repaso al centrado. No tuve que tocar nada.
Lo que sí tuve que hacer es reajustar los ejes, presentaban un poco de holgura lateral. Esto es algo común en los bujes Chris King cuando son nuevos.
También estoy liado con la fresadora. Tengo que lograr que el carro vertical suba unos cuantos centímetros más. Me falta desmontar para ver como puedo eliminar el tope para que suba y no pierda rigidez. Todo se andará.
Te recuerdo que en Instagram pongo cositas interesantes por si te apetece seguirme. Por ejemplo, este clip que grabe soldando unos soportes para portabidón con plata, porque sin plata no hay agua.